Reparar el teclado de tu portátil tú mismo

Antes de darte por vencido con tu portátil, hay algunas cosas que puedes intentar tú mismo.

A veces, puedes cuidar bien de tu hardware y aun así ocurre que, una miga de galleta descarada se cuela entre la tecla y la carcasa o alguien derrama una botella abierta de limonada y, por estas razones o incluso por otras más graves, el teclado de tu portátil puede dejar de funcionar correctamente.

Sin embargo, no tienes por qué enviar tu portátil a un costoso servicio de reparación o sustituirlo por completo.

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Te daremos los mejores consejos para ayudarte a conseguir que el teclado de tu portátil vuelva a funcionar por tu cuenta, una vez que hayas descartado errores de software como problemas con los controladores o una configuración incorrecta del teclado.

Es importante que, apagues primero tu portátil y desconéctela de la corriente antes de realizar trabajos de limpieza y reparación para evitar daños. Si aún dispones de una portátil con una batería fácil de sustituir, extráela.

Si hay una obstrucción en el interior

Las más pequeñas migas o polvo suelen bloquear las teclas. Qué puede hacer entonces

1. Sostén el portátil boca abajo e intenta liberar la resistencia sacudiendo, golpeando y presionando suavemente las teclas.
2. Pasa las cerdas de un cepillo (cosmético o de dientes) entre las teclas para aflojar las partículas de suciedad.
3. Utiliza herramientas como un aspirador de teclado o un pulverizador de aire comprimido para eliminar la obstrucción. Sin embargo, ten cuidado con el spray de aire comprimido, ya que utilizarlo durante demasiado tiempo puede provocar la formación de hielo y algunos sprays pueden incluso gotear en un ángulo desfavorable.

Si los bordes de los botones están pegajosos

De vez en cuando, la suciedad se acumula en el borde de la tecla, lo que significa que la tecla ya no se mueve con mucha suavidad. Qué puedes probar:

1. Utiliza un objeto estrecho y romo, como una púa fina de guitarra, para rascar la suciedad antes de utilizar productos de limpieza agresivos. Ten cuidado de que la suciedad no caiga dentro de la carcasa.
2. Utiliza un bastoncillo de algodón y alcohol para frotar y para limpiar cuidadosamente la zona. No obstante, asegúrate de que la zona esté completamente seca antes de volver a encender el portátil.

Si una tecla está rota

Si sólo una tecla está causando problemas, no es necesario sustituir todo el teclado. A veces basta con quitar la tapa de la tecla e identificar el fallo.

Sin embargo, en este caso hay que tener mucho cuidado, ya que el fino mecanismo de tijera de los teclados de los portátiles modernos y los botones de goma del centro pueden romperse rápidamente.

1. Echa un vistazo al área de soporte del fabricante de tu portátil. Aquí encontrarás a veces consejos útiles o, incluso vídeos sobre la forma más fácil de quitar las tapas de las teclas y si se pueden quitar en absoluto.
2. Haga palanca para sacar la tecla de su posición con un objeto robusto, plano y delgado con el que pueda llegar lo suficientemente lejos debajo de la tecla.
3. Comprueba si el mecanismo subyacente sigue en orden. Si se ha soltado con el botón, normalmente se puede volver a insertar sin problemas.
4. Limpia la zona con aire o con un bastoncillo de algodón y alcohol.
5. Busca en Internet una pieza de repuesto adecuada si el botón o el mecanismo de la tijera están defectuosos. Asegúrate de que el número de modelo del botón ofrecido coincide exactamente con el de tu portátil.

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Cambiar el teclado

Si limpiar y sustituir teclas sueltas no es suficiente, puede que sea necesario cambiar todo el teclado. Dependiendo del modelo de portátil, este proceso puede ser más fácil o más complicado.

Sin embargo, antes de ponerte manos a la obra, deberías comprobar si hay teclados de repuesto disponibles para tu dispositivo a precios razonables.

Si los métodos mencionados anteriormente no son suficientes, y si el dispositivo aún tiene garantía, lo mejor es ponerse en contacto directamente con el fabricante o la tienda. De lo contrario, puedes solucionar el problema tú mismo con un poco de habilidad.