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Tener un controlador Xbox One limpio es importante no solo para que se vea bien, sino también para que funcione de manera óptima. La suciedad y la mugre se adhieren fácilmente a la carcasa de plástico del controlador. Sin embargo, es posible que no sepas que estos desechos también pueden ingresar al controlador y causar estragos en sus componentes internos. Afortunadamente, limpiar el mando de tu Xbox One es más fácil de lo que piensas.
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El peor de los casos es que se haya infiltrado líquido en la carcasa. Si esto sucede, debes actuar rápido para evitar daños mayores. De lo contrario, un controlador sucio por sí solo probablemente no sea fatal. Además, la suciedad puede atascar rápidamente las piezas móviles, como los botones, provocando que se peguen, lo que tendrá un impacto negativo en tu juego.
Nadie quiere que su controlador deje de funcionar, así que antes de que eso suceda, aquí te mostramos cómo limpiarlo.
Paso para limpiar el mando de Xbox One
Paso 1: Saca las baterías
Lo primero que debes hacer es quitar las baterías del controlador Xbox. Esto evita que dañes los componentes internos cuando utilizas un limpiador. Mientras las baterías están agotadas, también debes inspeccionar los contactos metálicos en busca de signos de óxido o suciedad.
Paso 2: Consigue suministros
A continuación, necesitas conseguir algunos suministros. La limpieza de componentes electrónicos es bastante sencilla y se puede realizar con artículos del hogar. El único líquido que debes utilizar es alcohol isopropílico porque se seca rápidamente y no deja residuos. Puedes usar algo más potente en la carcasa, pero primero rocía el limpiador sobre un trapo y luego usa el trapo rociado en el controlador. También es buena idea tener a mano un cepillo de dientes y unos bastoncillos de algodón.
Paso 3: Limpia la carcasa del controlador Xbox One
Comienza la limpieza limpiando cualquier suciedad evidente de la carcasa. Si bien no es crítico, al menos hará que desmontar el controlador sea mucho más fácil. Del mismo modo, no debes preocuparte demasiado por los botones y sticks, ya que podrás acceder mejor a ellos una vez que hayas desmontado el mando.
Paso 4: Desmonta
Antes de desarmar el controlador , debes determinar si realmente es necesario desarmarlo. Si entra algún líquido, entonces debe desmoronarse. Sin embargo, si uno de los botones se pega ligeramente, es posible que puedas limpiar los lados para dejarlo lo suficientemente limpio. Además, asegúrate de que tu controlador esté fuera de garantía porque abrirlo anulará su cobertura.
Para desmontar el controlador, debes quitar las cubiertas de ambas empuñaduras. Luego, retira los dos tornillos Torx de cada lado, seguidos del que está debajo de la pegatina en el compartimento de la batería. Finalmente, separa la carcasa y desconecta la cinta. Desde allí podrás acceder a la mayoría de los componentes necesarios para la limpieza.
Paso 5: Limpia los botones del controlador Xbox One
Un problema común es que los botones se manchan de líquido, lo que hace que se peguen. Limpia con cuidado los lados de los botones, así como los ojales en la carcasa del controlador. Puedes utilizar un trapo limpio, un cepillo de dientes o un bastoncillo de algodón.
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Paso 6: Limpia los joysticks del controlador Xbox One
Los joysticks son otro punto común de falla porque contienen partes móviles complejas. Al igual que los botones, las bebidas y otros líquidos pueden mancharlos y causar problemas de movimiento. Asegúrate de limpiar a fondo la totalidad del joystick, así como la parte interior de la carcasa cerca de los orificios mientras desmontas el controlador.
Paso 7: Espera antes de usar
Por último, espera unos minutos antes de volver a montar para dejar secar el alcohol isopropílico. Normalmente, entre 5 y 10 minutos son más que suficientes antes de volver a montar el controlador. Termina volviendo a colocar los tornillos y colocando las cubiertas. Luego, solo queda cambiar las pilas y probarlo.
Deriva del joystick
La deriva del joystick es un fenómeno cada vez más común en el que los joysticks hacen que la acción en la pantalla se mueva sin que el usuario toque los controles. Lo que esto significa es que los pulgares están empezando a fallar. Peor aún es que no son fácilmente reemplazables y se consideran uno de los trabajos de reparación más complejos en un controlador Xbox.
Si tu personaje en un juego se mueve sin que toques ningún botón, es probable que tengas un stick drift. Desafortunadamente, la limpieza por sí sola no funcionará ya que el problema está en el sensor. Lo primero que debes hacer es comunicarte con Microsoft para ver si tu controlador aún está en garantía. Luego, si no te sientes cómodo reparándolo tú mismo, busca opciones de reparación locales o compra un controlador nuevo.
Preguntas frecuentes
¿La limpieza del controlador puede solucionar los problemas de conectividad?
Por lo general, limpiar un controlador no solucionará los problemas de conectividad a menos que el controlador haya sufrido daños por líquidos y hayas podido limpiarlo adecuadamente.
¿Qué se puede hacer con los terminales de batería oxidados?
La mejor manera de reparar los terminales oxidados de la batería es utilizar un pequeño trozo de papel de lija de grano alto o un cepillo de alambre pequeño. Luego repasa ligeramente el óxido hasta llegar al metal desnudo. Ten cuidado de no romperlos.
¿Se pueden reemplazar los joysticks del controlador Xbox?
Sí, es posible reemplazar las tapas de goma de los joysticks y los interruptores. Sin embargo, ambas reparaciones requerirán que desmontes el controlador y obtengas piezas de repuesto.
¿Puedes sumergir todo el controlador para limpiarlo?
No, nunca debes sumergir un controlador Xbox en un líquido. Si necesitas usar un limpiador, primero rocíalo sobre un trapo antes de usarlo en el controlador en lugar de rociarlo directamente sobre el controlador.
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¿Una bebida derramada dañará un controlador de Xbox?
Sí, una bebida derramada puede dañar fácilmente los componentes electrónicos de un controlador. Si derramas una bebida u otro líquido sobre un controlador, retira las baterías inmediatamente para evitar daños mayores.